La cocina romana influenció mucho a Hispania, pero del mismo modo que los productos españoles influenciaron su cultura imperial.
La cocina romana era ávida de probar todo aquello que proveniera lejos de sus fronteras, mostrándose siempre exhuberante y abundante, con grandes banquetes.
Gran parte del territorio se cubría de extenso bosque, y es por hacer sedentarias más tribus por lo que los romanos usaron nuevas técnicas agrícolas, importando nuevos frutos y técnicas.
Una de ellas fueron los injertos.
Ellos fueron los que estudiaron intensivamente el cultivo del aceite de oliva. En cuanto a los cereales, mencionan las variedades de trigo y escaña, y com legumbres, las lentejas, guisantes, garbanzos ...
Entre las verduras, fueron muy alabadas las coles, cociéndose con nitro, pues necesitaban que estuvieran verdes, y siempre, servidas las más grandes. Las lechugas fueron muy consumidas y las acelgas se cocinaban como las coles, añadiendo mostaza.
Las ortigas fueron comidas por los ejércitos, y los cardos, una verdura delujo producida en la zona bética.
Cuidaban al cerdo para poder consumir su carne, y la zanahoria se deshechaba.
El garum la salsa hecha con grasas de escado, se hizo muy popular decayendo con la caída del Imperio.
A través de lso romanos nos llegó la cultura del ajo
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